500 dias (son muchos)

Cuando una persona es aficionada al cine romántico está destinado a encontrarse una y otra vez con la misma película. Hay una estructura protocolaría que aún funcionando termina aburriendo incluso a los que siempre las buscan en cartelera como es mi caso. Precisamente por eso cuando uno se topa con una historia como la de 500 días juntos re-descubre el porqué de esa repetida búsqueda de un cuento de amor entre los posters que desfilan a las puertas del cine.

En este caso el protagonista es un romántico de los que han crecido escuchando canciones de los Smiths y que piensa en ese amor de libro, que le va a completar como persona y que va a dar sentido a su existencia. Ella sin embargo es bastante mas cínica al respecto, pero de alguna forma consiguen una conexión basada sobre todo en una serie de coincidencias mas o menos reales así como en un gusto común especialmente a nivel cultural. Este planteamiento hace que se hagan una serie de reflexiones al respecto del tema en cuestión. La relación de ambos es la excusa para hablar sobre ese sentimiento que tanto nos encadena como nos libera.

Sobre quién tiene la razón no voy a opinar, aunque si voy a decir que he sido Summer (la chica) muchas veces pero he sido Tom (el chico) muchas más.

PD: Ojo a la banda sonora, muy buena.